Me gusta contar historias a través de imágenes, pienso que cada persona es fantástica, que lleva dentro de si algo maravilloso y un gran potencial para hacer de su entorno un mundo genial.
Creo en los cuentos de hadas, con princesas y príncipes, porque se que lo que el mundo conoce como fantasía, es lo que llevamos dentro de nosotros porque somos individuos de un reino maravilloso, un reino diferente
de todo lo que conocemos e imaginamos, ese reino no es de esta tierra, ese es el Celestial y todos anhelamos ir ahí.
No se desde cuando dejé de creer en lo que Dios ha echo o me ha dado, mi cuadro mental es el de una niña llorando porque todo a su alrededor es un caos, que fue lo que me pasó no lo sé, recuerdo un hogar roto, unos padres separados, y el peso de tener que ser perfecta, y yo sabiendo que no lo era.
El tiempo transcurrió y siempre me sentía sola, veía a otras personas brillar y quería competir con ellas, pero no sabía como, siempre me estaba preguntando cuál era el camino, que debía seguir, porque yo solo quería amor, una familia con quien compartir y poder hacer cosas divertidas.
Han pasado los años, hoy tengo una familia maravillosa, y cada día descubro que todos somos capaces de escribir nuestro propio cuento de hadas, uno feliz y maravilloso, porque así es como es la vida.
Porque gracias a Dios nos ha creado con la capacidad de relacionarnos y disfrutar de esas relaciones, pero la relación más importante es la que tú y yo tengamos con él.
Es tiempo de que protagonices tu historia y seas ese ser brillante y maravilloso que Dios creó.
¡Bendiciones!